Introducción: El descubrimiento de la existencia del eje microbiota-intestino-cerebro y comunicación bidireccional es el que abre la posibilidad que pueda haber patologías que se originen en la microbiota que se proyecten en el sistema nervioso central y viceversa. Centramos nuestro trabajo en la enfermedad de Parkinson.
Objetivo: Mostrar las características de la microbiota intestinal y sus interacciones con el sistema nervioso central en la enfermedad de Parkinson.
Metodología: Hemos realizado un estudio de revisión sistematica realizando la búsqueda en las fuentes de datos: PUBMED, MEDLINE, bases de datos LILACS e IBECS , Cochrane Library, la plataforma EBSCO (CINAHL, Academic Search Complete), Web of Science y Scielo.Resultados: Hemos observado que existen bacterias que aumentan en los pacientes con Parkinson (Lactobacillus, Lactobacillaceae), que están relacionadas con la secreción de alfa-sinucleína y de ácidos grasos de cadena corta, implicados en la fisiopatología de los depósitos de proteínas o el debilitamiento del epitelio intestinal, presentes en el Parkinson. Otras bacterias disminuyen como la Prevotella, que favorece las condiciones pro- inflamatorias y la permeabilidad intestinal o la Prevotellaceae, que podría servirnos como indicador de la existencia de una alteración en la barrera intestinal.
Discusión: Se reitera el aumento de las Actinobaterias y Proteobacterias y la disminución de los Firmicutes y Bacteroidetes, pero se incorporan recomendaciones nutricionales como la dieta mediterránea o la ayuda que supone la suplementación con probióticos, prebióticos, ácido omega 3 (DHA) o vitaminas C y B, además de evitar alimentos que favorecen algunos de lso síntomas ya citados.
Conclusión: Se presenta la evidencia bibliográfica que indica que el eje microbiota- intestino-cerebro presenta una alteración funcional en la enfermedad de Parkinson que conlleva la aparición de síntomas, que hay que afrontar desde un ámbito nutricional, además de los abordajes ya existentes.
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